Comunicarse con una cámara de televisión

Por João Tiago - Periodista


En las últimas décadas hemos sido testigos de una transformación dramática en la forma en que nos comunicamos. Gracias a la explosión de las redes sociales y otras tecnologías digitales, hoy en día cualquier persona tiene la oportunidad de comunicarse con una audiencia global de una forma que antes estaba reservada a los profesionales.

En la actualidad hay más de 4.200 millones de usuarios de redes sociales en todo el mundo y ese número sigue creciendo. Estas plataformas han dado lugar a una nueva generación de comunicadores, desde estrellas de YouTube hasta influenciadores de Instagram, capaces de llegar a audiencias enormes con sus mensajes

Pero no son solo los influenciadores digitales que usan estas nuevas herramientas para comunicarse. De hecho, hoy, la mayoría de los consumidores siguen el contenido de video de las marcas, lo que lleva incluso a las empresas tradicionales a reconocer el poder del video como herramienta de comunicación.

Esta realidad nos confronta con la idea de que saber comunicarse efectivamente con una cámara de televisión ya no es dominio exclusivo de periodistas o animadores. Se trata de una competencia cada vez más relevante y transversal para todo aquel que quiera comunicarse con un público amplio, ya sea un ejecutivo o un vendedor de coches, aunque su formación no lo haya preparado para esta realidad.

Para aquellos que, por obligación, vocación o curiosidad, tienen que hablar frente a una cámara, aquí van algunos consejos:

- Antes de hablar, piensa en quién es tu audiencia. Ajuste el mensaje en consecuencia. Cuanto más simple, mejor.

- Si es una entrevista, mira al entrevistador y no directamente a la cámara. Si es un directo a una red social, por ejemplo, haz lo contrario y haz de la lente tu interlocutor.

Si estás de pie, separa ligeramente las piernas y los pies más o menos a la altura de los hombros. Así ganarás estabilidad, no te balancearás como si estuvieras en alto mar.

- Si está sentado, siéntate en la mitad delantera de la silla. No te inclines hacia atrás, o quedarás torcido y en una posición incómoda. Si tienes un blazer, mete la parte posterior por  debajo cuando te sientes. Esto evita que la tela se vea arrugada en la zona de los hombros.

- Habla despacio, pero lo más cerca posible de tu tono natural, como si estuvieras hablando con alguien que conoces. Respira. Realiza micro pausas y está bien sonreír si el tema es ligero.

- Si cometes un error, acepta el error con gracia y sigue adelante. Nada más natural.

- Si la intervención es en vivo y sucede algo extraño al costado, es audible o perceptible para quien está mirando, no lo disimules, asume lo que está sucediendo y continua. Ejemplo: Un proyector cayó en la parte trasera del estudio y se escuchó el golpe…. Está bien, sonríe, explica y continúa el razonamiento. Si la habitación está en llamas, di que no puedes continuar por ahora y ponte a salvo. Eso es lo que me pasó en esta foto. En medio de un incendio tuve que protegerme de la descarga de un Canadair (Avión). Imprevistos puede haber.