Hablar en público: 6 consejos para combatir el miedo
Por Marta Ferreira - Periodista
Manos sudorosas, voz temblorosa, pulso acelerado... ¿Te resulta familiar?
Estar frente a una audiencia no siempre es fácil. En el trabajo o al aire libre, esta puede ser una experiencia abrumadora.
Un estudio del diario británico Sunday Times, de 2015, demuestra que el miedo a hablar en público puede superar otras preocupaciones, como el que se tiene por la economía o por una enfermedad. Pero como todos los problemas, este también tiene solución.
Comunicarse con claridad es fundamental y una herramienta indispensable en cualquier contexto social, profesional o informal. Es por eso que reunimos seis consejos que lo ayudarán a superar sus nervios y mejorar la confianza en sí mismo cuando hable al frente de varias personas.
1. Prepararse.
En primer lugar, debe comenzar definiendo el tema y los puntos principales de su presentación. Haga un guión y recopile la mayor cantidad de información posible. Cuando domine el tema no hay razón para tartamudear o vacilar.
¿Hablarás en persona o en línea? ¿Con o sin soporte multimedia? ¿Cómo es el espacio/ambiente? Este es el momento de hacer todas las preguntas y anticipar posibles sorpresas.
2. Evalúe la audiencia.
Darse cuenta de quién es el público está entre los primeros pasos. ¿Qué funcionará mejor en esta situación? Considere los diversos enfoques. ¿El momento requiere un lenguaje más formal? ¿Más emocional? ¿O un tono más informal y humorístico?
El gran desafío es ganarse a los espectadores e involucrarlos en el tema, lo que puede ser realizado con de alguna interacción con las personas durante la presentación. Intenta usar tu carisma.
3. Relaja tu cuerpo y encuentra tu voz.
No todos somos comunicadores natos, eso seguro. El volumen de la voz, el timbre, la pronunciación y la dicción influyen en cómo se transmitirá e interpretará su mensaje.
Intenta hablar de forma mesurada y articulada, sin suprimir letras y priorizando pequeñas pausas entre frases. No hable demasiado alto o demasiado bajo.
¡Relajarse! La postura es importante para establecer la credibilidad y el lenguaje corporal puede decir tanto como las palabras que usamos. Sin ponerse rígido como un rehén a punta de pistola. Equilibra tu actuación con algunos gestos sutiles, manteniendo los brazos por encima de la línea de la cintura en todo momento. Las piernas deben estar ligeramente separadas y el contacto visual debe estar presente. No tenga miedo de tomar descansos para respirar.
4. Usa el miedo positivamente.
Sentir miedo es natural. Significa que existe preocupación por el tema abordado, así como un sentido de responsabilidad en el desempeño de la tarea. Pero, ¿cómo convertir esta ansiedad en ánimo?
Estima tu compromiso. Investigaste, estudiaste, te capacitaste y ahora es el momento de compartir con otros los frutos del trabajo desarrollado hasta el momento. En lugar de pensar que no eres lo suficientemente bueno, trata de enumerar algunas de tus cualidades. Se lo suficientemente crítico, trabaja en los puntos menos fuertes de la presentación y apuesta por los fuertes.
Presta atención a las señales que te de tu cuerpo. Las manos sudorosas, la voz temblorosa y el pulso acelerado son indicadores de nerviosismo. Trata de interactuar con la audiencia. Si puedes, introduce algo de humor. Si esta no es una opción, tómate un pequeño descanso, respira y piensa en un punto importante del mensaje que quieres transmitir. Si dominas lo que vas a decir, el nerviosismo se irá reduciendo. Y recuerda: errar es humano.
5. Deja el papel
Evitar la lectura es ideal a menos que sea absolutamente necesario (por ejemplo, citas o datos estadísticos relevantes). Pero debido a que memorizar un texto requiere cierto esfuerzo dependiendo de la capacidad de memorización de cada uno, se recomienda no hacerlo. Comprender puede ser más útil que memorizar para evitar esos "espacios en blanco".
Los guiones demasiado elaborados también pueden distraer. Concéntrese en saber cómo comenzará y terminará el discurso, y no pierda el tiempo en cuestiones secundarias.
6. Mucha práctica
Ensaya con amigos, familiares o incluso solo frente a un espejo. Grabar videos, por ejemplo, es una buena forma de detectar y corregir, a tiempo, posibles errores de pronunciación, postura, entre otros, a tiempo para el gran día.
Si es posible, practique la sincronización de su discurso para solucionar cualquier retraso. Por último, adapte su ropa a la ocasión. Presta atención a tu imagen, ya que esta es tu tarjeta de presentación.